"TENELE MIEDO A LOS VIVOS, NO A LOS MUERTOS"
Así me decían de
pequeño mis papás cuando se me ocurría algún temor sin fundamento. Así inicio
este pequeño artículo, con la ya
costumbre de sumar dos temas en un mismo escrito.
Hemos terminado el mes
de Octubre el cual en muchos países inicia con la celebración en honor a los niños
y niñas, cerrando con la celebración Hallowen promovida más por la cultura
norteamericana.
Aclarar un poco el
porque del nombre del artículo; al analizar y pensar la situación de la niñez
hoy en día. No es difícil darnos cuenta
que ser niño/a no es fácil y similar o más delicado desempeñar un papel de
padre, protector o cuidador de los mismos, y al pensar en el panorama que nos espera al
decidir traer una nueva vida no es muy alentador. Entonces más que decir a los
niños/as cuidado si no te duermes te sale el coco, fantasma etc., hoy en día
las recomendaciones o cuidados van más encaminadas a las amistades de que
tienen, las cosas que comen, de la educación
que reciben, de los mensajes de texto que envían, de las páginas de internet
que visitan, entre otras cosas.
Si bien es cierto todos
sabemos que la prevención no es un trabajo fácil, no se puede dejar de mencionar,
que todo el trabajo preventivo inicia
con la infancia tan importante en nuestras vidas y nos damos cuenta de ello en la forma en que cada
uno de nosotros la vivió, ya que muchas veces son patrones que reproducimos hoy
en día con los cercanos que tienen dicha edad, sumando a esto que las
condiciones en las que nosotros vivimos difieren mucho a las de ahora: comunicación,
gustos, vulnerabilidad a accidentes y enfermedades, etc.
En nuestro país, aunque
existen últimamente leyes de protección a la niñez, nuestra cultura no está
dedicada a ellos. Solo traerlos al mundo es muy poco pensado, luego habrá que asumir mal que bien todas sus
consecuencias, muy probablemente sin un padre y con una madre con menos de 15
años.
Tenemos un sistema de
salud no apto para niños/as sanos, un privilegio de unos pocos los cuales
cuentan con el dinero suficiente para poder costearlo y monitorear crecimiento,
peso, vacunas en su debida forma y tiempo. Lo más frecuente es reaccionar
frente a cada enfermedad como se pueda, ya sea desde la automedicación hasta
llegar a último momento a pedir ayuda a una clínica.
Un tema igual o más
complejo es el de la Seguridad. Iniciando desde muy temprana edad, en muchos
casos se tienen que dejar a los niños/as con pocos meses de nacido en guarderías muchas veces sin permisos respectivos o los cuales
tienen mucho tiempo de decir que “está en proceso”. Si no es guardería, habrá que buscar a alguien que por poco salario tengan que cuidarlos, muchas
veces empleadas domésticas que de una u otra forma empíricamente han criado a
sus hijos sin ningún estudio o guía que les haya enseñado como cuidar un
niño/a, en casos peores son niñas las que se contratan las cuales su única experiencia ha sido cuidar
a sus hermanitos y en otros casos es algún familiar el que haga el favor de tan
importante labor, un familiar el cual muchas veces es mayor de edad y en otros
casos dada la situación es el hermano/a mayor en un rango de 8-15 años quien
los cuida. En todos los casos antes
mencionados, los cuales son algunas de las formas que buscamos para el cuido, el
riesgo de apartarlos de padres y madres, que son los principales protectores,
es bastante grande.
Por otra parte, la
calle, la escuela, el bus, restaurantes, iglesias, parques, hoy en día no son
lugares seguros, un padre o madre no se puede dar el lujo de soltar ni un
minuto ni de las manos ni de la vista a sus hijos/as. Asecha la explotación, el
tráfico de órganos, la trata de menores, el abuso físico y sexual.
De igual forma muchas
veces hay que cuidarlos hasta en nuestra
propia casa, de nuestra violencia, de nuestros enojos, de nuestras mentiras,
mucho más grave, triste y doloroso aun para un niño/a ya que lo que espera es que
quien lo cuida y quien vive con él sea quien más lo proteja, incomprensible
dicha situación para su edad.
Porque en la foto de
inicio se observa la celebración de Halloween, porque es una festividad que involucra
niños/as como principales protagonistas, y porque si bien es cierto es una
festividad criticada por ser pagana, vana, comercial, todo lo que los adultos
podamos ponerle tanto positivo como negativo. Es solo un día y una celebración,
de los cuales los principales responsables somos los adultos, ya que más que
inculcar miedo a los niños que es una celebración del diablo, deberíamos de
preocuparnos más por el cuido que damos a nuestros niños/as en cualquier
momento, en cualquier cumpleaños, en cualquier festividad.
Con lo anterior no
pretendo aprobar dicha festividad, ni
tampoco ser desalentador con la realidad de la niñez, al contrario mi esfuerzo
va encaminado a vivir la infancia desde nuestra adultez con mucha
responsabilidad y aprovechar esa edad
llena de inocencia, de sonrisas, de juegos, sueños, fantasías y emociones,
procurando que esa etapa se viva a plenitud y este llena de diversión y alegrías, etapa básica en la construcción de
un ser humano integral.
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