Ciclos de Esperanza

1980 quedaron marcados para mí a los ocho años de edad. El año del martirio de San Oscar Romero, pero también el año que vi por última vez a mi hermano Jorge, desaparecido el 10 de Julio de ese año y del que como todos los familiares sólo recibimos rumores de su paradero. Todo cambió a partir de esa fecha para mi familia y ya nada fue igual.

Con el tiempo aprendí a sanar por mi propia cuenta, pero también aprendiendo que esa herida seguiría ahí mientras no encontráramos la verdad. Por lo que fui tomando mis propios recursos para aprender a vivir con ella: Los scouts, Iglesia Joven, mi tiempo por el noviciado y la Espiritualidad Ignaciana, mi familia, mis amigos. Mi propia historia de salvación que me ha llevado a lo que soy ahora. Tuve que pasar por esa limpieza interna para seguir adelante sin dejar de lado mis principios..

A los 25 años de desaparecido, cuando empezaba un nuevo ciclo con la familia decidí hacer un cierre simbólico de ese momento, Diego estaba por nacer y era importante sentir cómo iba a trasladar mi memoria a la nueva generación Aparicio. Quizás con menos resentimiento, silencio y soledad. Con más perdón, con esperanza y sobre todo sin dejar de servir desde donde estuviera.

Ese momento es el que quiero compartir hoy en esa ceremonia con mi comunidad, mi esposa (con bebé en la panza), familia, amigos y compañeros de trabajo de ese momento. Todos con mucha solidaridad acompañando la memoria pero también desde lejos con mi papá, mamá y hermana.

Ahora a los 40 años de ese suceso, en tiempos de pandemia volvemos a vivir una nueva crisis, tratando de salir vivos de ella pero sin olvidar de donde venimos. La historia nos dio fuerzas y esperanzas para iniciar de nuevo. Viene un nuevo ciclo y ahora con más perdón, con más camino seguimos adelante.

JORGE ALBERTO APARICIO CHICAS, nació el 25 de febrero de 1962, desapareció el 10 de julio de 1980. Estudiaba en el ITESS (Ahora ITI) bachillerato industrial y organizado en la lucha estudiantil con el MERS-BPR.