Beato Monseñor Romero... Nos revives la esperanza

No se cuál sería el nombre oficial ahora con la beaticicaión, pero creo que siempre te quedará el nombre de Monseñor. Así te hemos dicho desde siempre y así como tu santidad, serán cosas que la oficialización dificilmente cambien.

 Canción para un Mártir

Estamos viviendo una época bastante difícil, la polarización está igual que siempre y aquí solo hay derecha e izquierda, los jóvenes tienen una mala orientación y se están matando entre ellos por interes de otro poderosos que les ofrecen de todo en esta vida. Estamos bastante deshumanizados, creo que así quedamos desde la guerra y poco es lo que hemos ganado y aunque tenemos ahora gobiernos de izquierda, siempre están los que se olvidaron de sus hermanos empobrecidos y ahora los ven desde lejos, desde sus camionetas y oficinas, en general hay poca esperanza. Quisiera decir que a la hora de tu beatificación ya superamos todo aquello que denunciabas y por lo que te mataron, pero seguimos matando a "nuestros propios hermanos, a los que son de nuestro mismo pueblo". Con esa avaricia, con la falta de solidaridad, con el acaparamiento de riqueza que causa mucha desigualdad social. También te siguen insultando, seguís siendo el obispo guerrillero cabrón  que incomoda con tus palabras y creo que si hubieras sobrevivido, otra vez seguirías en peligro de muerte. En este contexto vamos a la misa de tu beatificación, parecerá que estamos unidos pero no.

Estamos quizás reviviendo muchas cosas de la historia, desde desempolvar las fotos familiares donde aparecían con vos, por mucho tiempo guardadas hasta por miedo, recordando anécdotas de vida y muerte, otros recordando aquel momento de tu entierro frente a Catedral. Yo en particular digo que fue uno de los últimos momentos de mi hermano desparecido, estuvo en ese momento salvando gente y luego unos meses después no lo volvimos a ver. Ahora le sobrevivimos mi mamá y yo que estaremos ahí pero con la fuerza de mi esposa e hijos que espero retomen la voz, el compromiso, la solidaridad para el futuro.

Todavía algunos piden justicia por tu muerte, pero recuerdo cuando vivías no te empeñaste en terminar la construcción de la Catedral mientras el pobre tampoco tuviera casas dignas. Me imagino que así es esto de la justicia, mientras no haya justicia para el pobre no podrás contar con esa justicia tampoco para tu caso.

Lo bueno es que seguís dando mucha esperanza a los más desvalidos, tu vida es lo que nos da una herencia de lucha, de fe, amor y trabajo duro para lograr cosas importantes, pero también nos resuena la verdad y aunque muchos no la practicamos debe ser nuestro sendero. 

¿Qué de bueno puedo salir de El Salvador? pueden decir, pues saliste vos, de allá de tu Ciudad Barrios con olor a cafetal y eso nos tiene que decir  a todos, que el compromiso debe ser más fuerte por los más necesitados, que podemos corregir el rumbo de nuestras acciones y optar por favorecer a la comunidad antes que a nosotros mismos, que puedo denunciar las injusticias y no callarlas, que podemos salir adelante como país con verdad y libertad. Gracias Monseñor porque estas con nosotros y que sos nuestro santo de siempre.

Te pido en especial por todas las madres de los desaparecidos de los que conociste y de los de hoy, sigue intercediendo para que tengan fuerzas y la búsqueda continúe.

San Romero del Mundo, Mártir Nuestro