ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL A FAMILIARES DE NIÑOS Y NIÑAS DESAPARECIDOS EN EL CONFLICTO ARMADO*

           

El acompañamiento psicosocial es un “proceso individual, familiar o comunitario orientado a hacer frente a las consecuencias del impacto traumático de las violaciones de derechos humanos y promover el bienestar, apoyo emocional y social a las víctimas, estimulando el desarrollo de sus capacidades[1].



Veinticinco, treinta años o más es bastante tiempo de espera de un familiar para buscar a alguien. Con ese tiempo nadie podría creer que aún pueden seguir buscado y esperando, pero así es el caso de los familiares de los niños y niñas desaparecidos en el conflicto armado.

Muchos familiares no han hablado desde entonces, otros sólo han participado en reuniones, conmemoraciones o algunos talleres, pero muy pocos han dedicado tiempo a ellos mismos y a sus familias en un proceso psicosocial. A estas alturas hablar del trauma de la desaparición se hace más difícil, aunque algunos aún piensan que después de tanto tiempo “ya ni deberían recordar esas cosas”. Para algunos ha sido difícil hasta llorar, porque el dolor se endureció pero para otros muchos las lágrimas están casi inmediatas con el recuerdo.

En el enfoque psicosocial la atención va más allá de lo individual y llega a lo social, por el impacto político que tiene la violación de los Derechos Humanos, la importancia del contexto y las respuestas institucionales que apoyan o limitan el proceso.

El dolor de un desparecido es bastante difícil de comprender, para los más jóvenes, para el que nunca le ha pasado algo similar, para el que sólo ha leído de él. Es un momento que ha quedado “congelado”, el recuerdo, las imágenes de ese día, las palabras. El momento de la desaparición es siempre traumático, cambian las historias en cada familia pero el dolor es similar, muy intenso, lleno de frustración, culpa, angustia, miedos. Todo eso queda atrapado en una capsula que si no es abordado con responsabilidad, se dificulta la vida y nunca se estará bien.

A pesar de todo, muchos familiares han restaurado su vida por sus propios medios, han tenido otros hijos, otra pareja si han perdido la primera en el conflicto, mantienen sus labores productivas, han salido del país, etc. Al final, sin mayores apoyos profesionales o financieros han tratado de construir un proyecto de vida.

Un elemento importante en el proceso de búsqueda de los niños y niñas desaparecidos en el conflicto armado, es el acompañamiento psicosocial que se pueda hacer ya sea desde la etapa de búsqueda, así como en la etapa de localización o posterior al reencuentro. El proceso completa la principal forma de reparación, que es la entrega de lo más preciado que el familiar, hijo, hija o nieto.

Luego del reencuentro se podría contar con una etapa de buenos momentos en el que la novedad, el cariño guardado y el momento ideal ha llegado para vivirse, pero también puede haber una ansiedad mayor a la que mantenían, que les puede hacer caer en preguntas, reclamos, malos entendidos históricos o en poca comunicación.


Elementos que favorecen el proceso:

Aunque cada historia es distinta, hay elementos importantes que abonan a la buena relación de los familiares que recién se han reencontrado:

-          El cariño sin duda que se han tenido guardado por tanto tiempo y que ahora se siente el deseo de tener cerca a la persona. Poder disfrutar de la compañía del otro tomando en cuenta que muchas veces han pasado la experiencia de la soledad. Ahora es importante estar presente en los principales momentos y sentir a los otros.
-          Hay una necesidad de identidad personal y social, es importante conocer el pasado pero sin hacer juicios ya que es complicado conocer del todo el contexto del momento de la desaparición y lo que no se haría hoy posiblemente no se veía así hace 30 años, es complicado;
-          Es necesario que a pesar de las distancias mantengan una comunicación básica (al menos llamadas telefónicas), el que puedan aclarar ciertas dudas del pasado, con calma cuando ya tienen una relación de mayor confianza, el ir conociendo el mayor número de familiares,
-          Ser honestos entre sí; es importante orientar a los familiares a verse como son, como han sido siempre, es alguien de su sangre y lo mejor es mostrar de una vez quienes son, esto ayudará a administrar un rápido proceso de identificación con la familia.
-          Es importante hacer saber a la persona que se ha localizado y reencontrado que por el momento es prioridad en sus vidas y que su anhelo se traduce en querer ahora estar mucho tiempo juntos, dialogar y llegar a vivir grandes momentos con el tiempo que queda de vida, esto último se debe tomar muy en cuenta cuando la madre, padre o abuelos ya están muy mayores de edad, se debe aprovechar cada instante.

Lo que dificulta:

Algunos elementos que dificultan la relación es:
-          La poca o nula comunicación. Se tiene que cuidar que se llamen, que se pregunten cómo están, poder sentir la confianza de visitarse y de irse conociendo, sus proyectos y dificultades.
-          Ofrecer dinero o algún incentivo material cuando no lo amerita. La familia puede estar pasando mucha necesidad y a veces puede presentarse la tentación de pensar que la persona nueva viene a resolver los problemas económicos. Mientras que lo primero es restablecer el afecto y con ello las relaciones.
-          No expresar los sentimientos ni tratar de comprender el contexto de la desaparición.
-          No consultar ni hacer preguntas es sinónimo de poco interés en el proceso;
-          Escuchar a terceros antes que al propio familiar que ha estado desaparecido, lo mejor siempre es comunicarse directamente y en confianza, tratar de ganarse el uno al otro;
-          Tratar de interrumpir o involucrarse en una dinámica familiar que ya está caminando desde antes que llegaran los nuevos familiares, es importante ir poco a poco y con respeto de lo que ya está, luego con el tiempo se involucraran en las grandes decisiones familiares.

Al final, aunque quizás no se recupere el tiempo se buscará que la familia se integre lo mejor posible, que se disminuya el daño ocasionado, se repare la relación truncada y que por sí mismo conformen lazos duraderos y se integren cada uno en sus proyectos hasta donde la vida lo permita.

*Artículo publicado en la revista Re Cordis de la Comisión Nacional de Búsqueda de niños y niñas de El Salvador 





[1] Beristain, C:M. 2012 Acompañar el proceso de las víctimas. PNUD, Programa Promoción de la Convivencia.

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