CINCO AÑOS DE ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL






15 de febrero de 2017 cumplo cinco años de estar en la historia muchas familias, que confían en alguien que pueda entender y sentir su vivencia del conflicto armado, todas esas historias cargadas de dolor, frustración, soledad, lucha, etc. Es parte del trabajo en la Comisión Nacional de Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos en el Conflicto Armado Interno de El Salvador.

Poco a poco he ido ganando confianza y posicionando la necesidad del acompañamiento efectivo, del desahogo, del dejarse acompañar y que ello se convierta en esperanza, de la construcción de un proyecto de vida. No se siguen manuales, (aunque si protocolos en algunas actividades) aunque haya un soporte teórico es más importante la base humana que se pueda aportar y que se adapte a cada condición, a cada diferencia, cualidades y limitantes y desde ahí reconstruirnos.

El acompañamiento es lo sistemático, es seguir el hilo de sus vidas ubicar la necesidad de cerrar el pasado, convivir con las heridas abiertas con la posibilidad que tampoco se cierren, las necesidades del presente y de un proyecto personal, familiar o comunitario, también es fortalecer a cada sobreviviente para que si así lo desea, seguir la búsqueda hasta que sus fuerzas le dejen.

El trauma del pasado se une con los problemas de hoy, pobreza, inseguridad, de nuevo más desaparecidos por pandillas, dolor y más dolor. Es cansado para los familiares llevar tanta carga emocional todos los días y es eso lo que tratamos de aliviar, ese peso.

De las satisfacciones que me da mi trabajo están:

- La confianza que se logra, son tan intimas las historias y lo que cada uno siente tiene tanto valor que no se comparte a cualquiera, y con mucho respeto se ubica en un espacio de la familia.

- Los reencuentros nos reparan como sociedad, como familia y ser testigo de ellos es lo más grande que le puede pasar a uno, hasta la fecha ya son 31 que he podido asistir de manera ininterrumpida y cada familia se ha sentido satisfecha del acompañamiento.

- El acompañamiento, el reencuentro es el inicio del proceso, el reto más grande es conducir un proceso en el que la familia realmente se integre, no para ser perfecta sino para llevar una vida más o menos normal. Acordémonos que el conflicto armado deja heridas profundas y cambia la vida radicalmente, es necesario asistir la familia en sus primeros pasos sin lograr la dependencia en este caso con mi persona.

- Los momentos más difíciles pero que igual se debe dar lo mejor en la atención es cuando se da un ADN negativo o en momentos de exhumaciones. Son parte de lo complicado de este trabajo que se debe hacer responsablemente y en los momentos que se necesite.

- Es un trabajo cien por ciento humano. Más allá de títulos, el papel de funcionarios o alguna barrera, cada familia siente la atención, la cercanía, la comprensión, la validez de su historia y la posibilidad de reivindicarla familiar y socialmente. El cariño va inmerso en todo ello.

- La desideologización. Ya Martín Baró nos hacia un llamado a ello, pero llevarlo a la práctica ha sido todo un proceso complicado. Es como limpiar nuestra visión de elementos que dañen la relación con la persona que ha sufrido el conflicto armado, sin ponerle etiquetas, colores o banderas. El sufrimiento no tiene nada de eso y es importante sentirlo. La vida es distinta sin tendencias y teniendo más la mirada en apoyar al que todavía sufre. Creo que me ha marcado mucho esta parte pero realmente me siento más libre.

Dificultades:

- El acompañamiento es en solitario, aunque hayan muchos hablando del tema tanto grupos como organizaciones, son muy pocos los que realmente se comprometen a acompañar desde los familiares y saber realmente lo que está pasando y cómo llevan su proceso 30, 35 años después. Es una pena que luego de este tiempo aún hayan familiares que no se les ha acompañado psicosocialmente y con efectividad, pero si hacen uso de ellos de manera panfletaria, propagandística o para intereses personales sobre todo académicos.

- El acompañamiento psicosocial aún no es prioridad para los tomadores de decisiones. Se sigue con el mínimo y a veces ni eso, se piensa primero en lo monetario u otro tipo de compensación antes que en una intervención integral de la salud y que esto vaya acompañado de mejoras estructurales en nuestros sistemas. Todavía hay quienes preguntan ¿por qué lo psicosocial?

- La polarización sigue siendo un mal que muchos aprovechan para generar conflictos y mantener la tensión y con ello esconder la verdad que es aún peligrosa para muchos. Se trata de posicionar la temática, de sensibilizar pero todavía falta mucho por liberar y que se vea más como un bien para nuestro país y como ya se ha dicho, meramente humano.

No se si tendré fuerzas para otros cinco años, pero de algo estoy seguro, de que este tiempo ha sido de muchos aprendizajes y que me ha dado una experticia muy especial que va más allá de lo escrito hasta hoy. La cercanía con los familiares, su confianza, el ser testigo de un proceso de recuperación y fortalecimiento personal y familiar es el fruto de hacer las cosas con amor, responsabilidad, de seguir construyendo esperanza en nuestro país.

Un abrazo reparador para todos y todas los que me puedan leer y gracias por ello




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